Una barbacoa de gas es un tipo de barbacoa que no utiliza como combustible leña ni carbón. En su lugar utiliza gas para encender el fuego para la parrilla. La mayoría de este tipo de barbacoas son portátiles, y las hay de todos los tamaños. Desde las de tamaño y peso reducido que pueden transportarse a mano y guardarse en cualquier sitio hasta otras más grandes, de tamaño parecido a una cómoda, y que llevan ruedas para facilitar su transporte.

Se caracterizan por ser más limpias y económicas que las barbacoas de leña o carbón. Esto se debe, por un lado, a que el fuego generado con el gas genera menos residuos que el que utiliza carbón o leña como combustible. Además, el gas es más económico que el carbón, lo que permite vigilar la economía a medio plazo.

En cuanto a los materiales con los que se fabrican, hay que considerar, por una parte, los de la parrilla, y por otro, los utilizados para la fabricación del cuerpo. En el caso de la parrilla, lo habitual es que sean de acero inoxidable o de hierro. El cuerpo puede estar fabricado con diferentes metales, aunque el más ligero y que facilitará más su transporte es el aluminio. También es frecuente encontrar barbacoas de este tipo con cuerpo de acero y acero inoxidable.

Qué tener en cuenta al comprar una barbacoa de gas de segunda mano

• Revisa el conector de la bombona de gas, para comprobar que se ajusta a las bombonas de combustible perfectamente. De otra forma puede hacer riesgo de escapes.
• Si se trata de un modelo de ruedas, asegúrate de que puedes moverlo y transportarlo sin excesivo esfuerzo. También controla que sus ruedas estén seguras y no se muevan hacia los lados, lo que indicaría una mala fijación.
• Evidentemente, la parrilla debe estar lo más nueva posible, y en cualquier caso, que está completamente limpia.
• A ser posible, intenta que su propietario te deje ponerla en funcionamiento para comprobar que no tiene problemas de encendido ni al calentar. De otra manera no será posible cocinar correctamente con ella.