Las piscinas desmontables son, como su nombre indica, una piscina que puede desmontarse para utilizarse en diferentes espacios y en momentos puntuales. Supone una alternativa económica a las tradicionales que requieren de una obra para su instalación.
Qué son las piscinas desmontables
Las piscinas desmontables ofrecen una instalación y desarme muy sencillos. Por lo tanto, son perfectas para ser utilizadas únicamente durante los meses de calor y guardarla en la temporada de invierno.
Aunque existen más tipos, las más populares son aquellas que viene fabricadas en resina o en PVC. Esto es, un plástico que ofrece buena resistencia y durabilidad, y que presenta pocas exigencias de mantenimiento. Otras opciones comunes en cuanto a los materiales son el aluminio, la madera o el acero.
Ventajas de las piscinas desmontables
Aquellos hogares que no deseen realizar un desembolso de gran envergadura en una piscina pueden ver satisfechas sus necesidades con las desmontables. Dado que existen numerosas opciones en cuanto a los materiales y tamaños, es posible hacerse con una con poco presupuesto.
Esta variedad supone otra de sus ventajas, ya que las posibilidades en cuanto a las formas, dimensiones y materiales de fabricación son muy amplias. Además, se adaptan a diferentes tipos de terrenos, por lo que podemos colocarlas tanto en el jardín como en el patio o en la terraza.
En tercer lugar, ofrecen el mismo confort que las tradicionales, al contar como estas con escaleras, skimmer y limpiafondos.
Qué tener en cuenta al comprar una piscina desmontable de ocasión
A la hora de adquirir piscinas desmontables de segunda mano debemos tener precaución con este tipo de compra si se trata al menos de las de gran envergadura.
Lo ideal para verificar que se encuentran en buen estado es montarlas y llenarlas de agua. De este modo, podremos observar cualquier desperfecto en la estructura que pueda afectar a la instalación y/o su uso. Sobre todo verificar si existe alguna fisura que haga que se pueda escapar el agua.
Además de ello, habrá que valorar también si no hay pérdidas de agua. Por este motivo, se recomienda llenar la piscina, por lo menos parcialmente, para poder verificar que podremos hacer uso de la misma.
En el caso de que haya alguna rotura y se pierda agua, la piscina dejará de cumplir con su función. Comprobaremos también que la escalera y el resto de los elementos que incluya funcionan correctamente.