Una bicicleta spinning es aquella que se mantiene fija en una misma posición y que se utiliza para realizar ejercicios de entrenamiento cardiovascular y de fortalecimiento. Reciben también el nombre de bicicletas de ciclo indoor.

Qué es una bicicleta spinning
Las bicicletas spinning tienden a confundirse con las estáticas. Sin embargo, sus características son diferentes, ya que en estas últimas es posible dejar de pedalear sin sacar los pies de los pedales o de levantarlos.

Una bicicleta spinning ofrece la posibilidad de regular los cambios de ritmo, así como la intensidad de la resistencia mientras se realizan ejercicios de pedaleo. En su estructura, incluyen una corona pesada que va unida directamente con el pedaleo. En lo que respecta a la velocidad, aun cuando se deja de pedalear, la bicicleta se mantiene girando por la inercia.

Además de ofrecer una sensación que se asemeja más a la que se experimenta con una bicicleta tradicional exterior, las opciones para el trabajo cardiovascular y de fortalecimiento son mucho mayores. La efectividad también es más elevada y se asemeja a los entrenamientos HIIT o de alta intensidad, y es posible hacer una simulación de entrenamientos por ruta variando la inclinación y la potencia.

Especificaciones técnicas
Existen diferentes tipos de bicicletas de spinning. La primera diferencia se encuentra en la rueda de inercia, que es la que acumula la energía cinética que se transmite desde el pedaleo. Suelen fabricarse en aluminio y pesan entre 13 y 30 kg. Se recomienda que no sea inferior a 18 kg, y si queremos darle un uso intensivo, tendrá que ser aún mayor para dar estabilidad y resistencia.

Otra diferencia es la transmisión, que puede ser de cadena o de correa. La primera opción es más fiable, aunque requiere de mayores ajustes, así como mantenimiento. La de correa resulta una elección más acertada, ya que es más silenciosa y no requiere mantenimiento.

Qué tener en cuenta al comprar una bicicleta spinning de segunda mano
Lo adecuado será comprobar el estado de la bicicleta, para identificar el uso que se le ha dado y el estado de conservación. Teniendo en cuenta los puntos anteriores, valoraremos si se ajusta a nuestras necesidades específicas. De ser así, la probaremos para asegurar que funciona correctamente.