La videoconsola de Sony PlayStation 4 Slim, una versión de la PlayStation 4, se puso a la venta a mediados de septiembre de 2016. Es compatible con los mismos discos de videojuegos y títulos disponibles para PS4 y se lanzó a la venta con dos capacidades de almacenamiento distintas: 500 GB y 1TB. Lleva 8 GB de memoria RAM, una CPU X86 de AMD de ocho núcleos y una GPU AMD Radeon Graphics Core Next Engine.

Diferencias con el modelo anterior

En realidad, la PlayStation 4 Slim es una revisión de la PlayStation 4 caracterizada por tener un tamaño menor y, como puede parecer lógico por su reducción de tamaño, por un consumo energético también más reducido. Se trata de la consola modelo CUH-2000, que incorpora varios cambios de hardware con respecto a la PS4 original.

Es un 40% más pequeña que esta, y su carcasa es redondeada. Además, a diferencia del acabado de la PS4, la parte superior de la PlayStation 4 Slim no es brillante, sino mate. Tampoco tiene dos tonos, sino uno. En su parte delantera tiene, como la PS4, dos puertos USB. Eso sí, cuentan con mayor espacio de separación entre ellos. Además, no incorpora ningún puerto de sonido óptico.

Este modelo de consola también se desarrolló para que se calentase menos, lo que lleva a que el ventilador no necesita funcionar tan rápido como el de la PS4. Como resultado, en la mayoría de ocasiones que este está funcionando, lo hace con un nivel de ruido mucho menor que la PS4. Además, el mando de la PlayStation 4 Slim no es el mismo que el de la PS4. El que lleva esta consola es una versión modificada del mismo.

Qué tener en cuenta al comprar una PS4 SLIM segunda mano

Siempre que se va a comprar una consola de segunda mano es aconsejable que el propietario permita probar si funciona correctamente. En el caso de la PlayStation 4 Slim, no solo hay que cerciorarse de que enciende, sino también de si funciona con los juegos con los que es compatible. También si todos sus conectores están en buen estado.

Una vez comprobado que todo funciona, es interesante intentar enterarse de cuanto tiempo tiene, y de si se le ha dado un uso muy intensivo. También hay que procurar tenerla en funcionamiento un rato, para ver si se calienta excesivamente. Sobre todo, porque al ser un modelo que en teoría se calienta menos que la PS4, si alcanza una temperatura excesiva puede ser un indicativo de que algo no va bien. Por último, revisar que no tiene golpes ni daños en la carcasa.