Las bicicletas estáticas son bicicletas fijas que se utilizan para simular el movimiento de estas pero sin realizar ningún desplazamiento. Para ello constan de un freno que puede ser mecánico o magnético y que se encarga del rozamiento; de este modo, se ofrece una resistencia al pedalear que puede regularse. Existen diferentes tipos, y la bicicleta plegable estática es uno de ellos.
Características de la bicicleta plegable estática
La bicicleta plegable estática funciona como la bicicleta estática tradicional, pero su tamaño es más pequeño. Además, tal y como su nombre indica, se caracteriza por su capacidad para doblarse, por lo que está especialmente indicada para los espacios reducidos, al poder guardarse con facilidad.
Ofrecen diferentes niveles de resistencia que permiten al usuario elegir el nivel de dificultad deseado. Lo normal es que oscilen entre 6 y 8, según el modelo. Para ajustarlo se utiliza una rueda que va colocada debajo del manillar y a la que puede accederse con facilidad mientras se pedalea.
Los modelos actuales suelen constar de varios sensores que permiten al usuario disponer de información que puede serle útil, como el número de pedaleadas, su frecuencia cardíaca durante el movimiento, la velocidad, las calorías quemadas o la distancia, entre otros. Los sensores acostumbran a ir incorporados en el manillar y los datos se muestran en una pantalla.
En lo que respecta al sillín, también existen diferentes tipos de modelos, entre los que se incluyen los que llevan respaldo. Otras características son el uso de ruedas en la parte trasera y/o delantera para facilitar el transporte cuando se pliegan.
Cómo elegir una bicicleta plegable estática de segunda mano
Al comprar una bicicleta plegable estática de segunda mano es imprescindible que podamos probarla antes, ya que en función de nuestro tamaño, nuestro peso y nuestras necesidades particulares, algunos modelos nos resultarán más cómodos que otros.
Por ejemplo, la altura del sillín y/o del manillar deberá ser regulable, de forma que podamos llegar a los pedales y colocarlos en una postura cómoda. Si nuestro peso es elevado, hay que verificar el máximo soportado por la bicicleta. Otros aspectos a valorar son la estabilidad, el tipo de transmisión y la resistencia que ofrece, que variará según nuestro nivel. Al ser de segunda mano, valoraremos también el aspecto físico, el mantenimiento y el uso que se le haya dado.
Ventajas de la bicicleta plegable estática de segunda mano
Además de mejorar nuestra condición física, permiten adelgazar y tratar algunas lesiones. Al doblarse, pueden guardarse prácticamente en cualquier sitio cuando no se utilizan, y también tienen un precio más reducido que otras modalidades de bici estática.