Las puertas de garaje, como su propio nombre indica, se utilizan para dar entrada, y al mismo tiempo, cerrar, un garaje. Hay muchos tipos de puertas de garaje, pero fundamentalmente se trata de puertas de grandes dimensiones, de apertura y cierre automático y que, cuando están desplegadas, permiten que pase por ellas un coche o una furgoneta de tamaño pequeño o medio.

 

Además de esta puerta de gran tamaño, las puertas de garaje suelen tener otra más pequeña. Sobre todo, las que están colocadas en garajes colectivos de viviendas o bloques de oficinas. Estas permiten el paso de personas, y generalmente cuentan con una cerradura manual.

 

Generalmente, las puertas de garaje que hay en garajes colectivos suelen tener una estética metalizada. Pero las puertas de garaje de las viviendas unifamiliares suelen contar con un mayor nivel de personalización. Eso sí, sin descuidar la seguridad.

 

Hay distintos tipos de puertas, con aspectos variados, para que los propietarios de una casa puedan elegir la que más se adapte a los gustos y necesidades de quienes viven en ella y usan su garaje. Tanto en color como en diseño, nivel de seguridad y textura.

 

Como hemos mencionado, las puertas de garaje suelen tener una apertura automatizada, mediante un sistema automatizado. La mayoría de estos sistemas se controlan gracias a un sistema en una caja situada en una pared del garaje, y que tiene un interruptor que, tras pulsarlo, abre o cierra la puerta del garaje. También puede estar en un sistema colocado en el exterior del garaje.

 

No obstante, el sistema de apertura y cierre del garaje también puede estar integrado en un mando a distancia, que se puede utilizar a corta distancia de la puerta. Y también puede haber, aunque cada vez son más escasas, puertas de garaje con sistemas de apertura y cierre manuales.

 

En función de su mecanismo, se pueden clasificar las puertas de garaje en varios tipos: enrrollables, basculantes, de sección, batientes, correderas o de tipo acordeón.

 

Qué tener en cuenta al comprar puertas de garaje de segunda mano

• En primer lugar, sus dimensiones, por si acaso no caben en la puerta del garaje en las que se piensan instalar.
• Que no tengan abolladuras ni desperfectos, o que no estén torcidas.
• Que su mecanismo de apertura y cierre, tanto si es manual como automatizado, funciones perfectamente.