Bicicleta de carretera de segunda mano

La bicicleta de carretera está diseñada para poder alcanzar velocidades muy elevadas. Y como su propio nombre indica, para circular sobre pistas asfaltadas. Se distingue de otros tipos de bicicletas, sobre todo, por su manillar curvo y bajo, aunque su forma depende del tipo de competición. También por la anchura de sus ruedas, más delgadas que las de las bicicletas convencionales y que las de montaña. Generalmente, los neumáticos que se utilizan en este tipo de bicicletas miden entre 18 y 23 mm de ancho.

 

Pero todos los elementos de este tipo de bicicleta están desarrollados para fomentar la velocidad en carretera o carrera. Cuentan con ángulos de asiento y frontales bastante verticales, y su horquilla tiene poca curvatura. Gracias a esto, quien la monta puede adoptar posiciones bastante aerodinámicas, aparte de contar con un pedaleo más sencillo.

 

Este tipo de bicicletas son bastante ligeras, algo que también incide en su velocidad punta. Generalmente, la estructura de la mayoría de modelos actuales está desarrollada a partir de aluminio, y los modelos más avanzados, y los de competición, añaden a este elemento la fibra de carbono, generalmente en su triángulo posterior y en la horquilla. Así se consigue una mayor ligereza.

 

Qué tener en cuenta al comprar una bicicleta de carretera de segunda mano

Al comprar una bicicleta de carretera de segunda manos, revisa el estado de los neumáticos y los frenos. No te olvides de las zapatas de estos últimos. Si los neumáticos están muy gastados implica mucho uso, y lo más probable es que tengas que cambiarlos. Vigila también que sus radios estén rectos.
Lo mismo sucede con las zapatas del freno. Vigila que los frenos no estén excesivamente duros ni blandos. Sobre todo, que al frenar no se queden pegados a la rueda.

Después hay que comprobar todas las soldaduras de la bici. No sólo las más evidentes. También las de su parte inferior. Para ello será necesario que pongas la bicicleta boca arriba. Si el vendedor no te permite hacerlo, desconfía.
Pregunta si se ha llevado alguna vez a un taller. En caso afirmativo, pide ver las facturas e informes.