Un cortacésped es, como su propio nombre indica, una máquina o aparato que sirve para cortar el césped o la hierba de un terreno cuando no tiene una altura muy elevada. También se le conoce como máquina cortadora de césped o podadora de césped. Puede ser manual o motorizada, y se caracteriza por proporcionar cierta regularidad en el proceso de corte, dejando el césped o la hierba tras su corte a la misma altura.

Generalmente, tanto los cortacésped manuales como los automáticos son regulables, lo que permite ajustar la altura a la que se desea producir el corte. Considerados como los hermanos pequeños de las segadoras de hierba, se usa fundamentalmente en parques, jardines y parcelas pequeñas de terreno que rodean a viviendas unifamiliares.

Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX en Inglaterra, donde un ingeniero llamado Edwin Beard Budding diseñó las primeras máquinas inspirándose en la herramienta rotatoria de corte de la lanilla que queda al tejer la lana. Patentado en 1830, ha evolucionado mucho desde entonces. En la actualidad hay cortacésped manuales, eléctricos, que funcionan con gasolina e incluso pequeños tractores para terrenos un poco más grandes. Incluso hay cortacésped robóticos, que se pueden programar para que ellos solos, sin intervención manual, se desplacen por el terreno y corten el césped.

Los cortacésped manuales no llevan motor, y hay que ir empujándoles para cortar el césped con las cuchillas, generalmente dispuestas en un tambor rotatorio. Con ellos hay que dar varias pasadas para igualar y cortar el césped.

Los eléctricos mueven ellos solos las cuchillas que integran. Solo hay que empujarlos para que vayan cortando el césped. El principal inconveniente de algunos es que se les puede quedar corto el cable para la extensión a segar. Los de motor de gasolina ya no tienen este inconveniente, cuentan con más autonomía y potencia y no necesitan enchufe, por lo que dan más versatilidad.

Los cortacésped integrados en tractores pequeños llevan las cuchillas de segar en su parte inferior. En la superior llevan un asiento y un volante para ir conduciéndolos. Se usan en extensiones grandes de terreno y cuentan con hojas de corte que pueden llegar hasta casi los dos metros de largo.

Qué tener en cuenta al comprar cortacésped de segunda mano

• Independientemente del modelo, comprobar que no tiene las cuchillas oxidadas.
• En el caso de los cortacésped de gasolina, revisar que el depósito no tiene fugas y que sus ruedas no están atrancadas.
• En la medida de lo posible, hay que intentar probarlo para verificar que funciona correctamente.