Teléfono de segunda mano

Los teléfonos son dispositivos para la telecomunicación que transmiten señales acústicas a partir de otras eléctricas. De este modo, es posible comunicarse entre distancias cortas y largas.

 

Características generales de los teléfonos
Los teléfonos utilizan dos circuitos; uno analógico para la conversación y otro de marcación que es el que permite realizar la llamada. En la actualidad, podemos encontrar tanto teléfonos fijos, que son los que están en las viviendas y solo permiten hace y recibir llamadas, y los móviles, también llamados inteligentes, ya que permiten navegar por Internet, realizar fotografías, vídeos, etc.

 

Las características de los teléfonos son prácticamente ilimitadas, pues para cada tipo existen diferentes marcas y modelos con prestaciones variadas. Por ejemplo, los teléfonos fijos pueden ser también inalámbricos, y dentro de los móviles, la calidad, la capacidad de memoria o la resolución de la pantalla son muy variables de un modelo a otro.

 

Qué tener en cuenta al comprar teléfonos de segunda mano
Puesto que los teléfonos fijos únicamente hacen y reciben llamadas, su resistencia al paso de los años es mucho mayor que con los teléfonos móviles. Si tenemos pensado comprar uno, simplemente comprobaremos los cables y que da señal cuando se conecta en un hogar con línea. Además, verificaremos que todas las teclas de los números funcionan correctamente, ya que de lo contrario no podremos marcar los teléfonos.

 

En cuando a los teléfonos móviles, el paso de los años afecta sobre todo a la batería, que aumenta la velocidad de la descarga progresivamente. Además, el tiempo para abrir las aplicaciones también se va ralentizando con el paso de los años, por lo que la calidad general se va reduciendo.

 

En primer lugar, habrá que comprobar los golpes o arañazos que puedan afectar a su uso, como menor sensibilidad en la pantalla táctil, dificultad para la lectura o problemas con el sonido o el micrófono. El cargador también deberá permitir la carga correctamente.

 

Verificado esto, navegaremos con el teléfono para comprobar que puede conectarse a Internet sin problemas y que las aplicaciones se abren sin dar fallos. Hay que probar el sonido, en la reproducción de mensajes de voz y de música, así como el teléfono. Mientras lo usamos, también podemos observar la velocidad a la que desciende la batería. Según la antigüedad, solicitaremos el ticket de compra o la factura.