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Los remolques son un tipo de vehículo de carga. Constan de chasis, ruedas y la superficie destinada para la carga. No utilizan motor, pero algunos modelos, dependiendo de cuál sea su peso, pueden llevar incorporado su propio sistema de frenos. Los remolques para coches son aquellos que se acoplan a los turismos.
Para ello, debemos verificar si nuestro coche está adaptado para arrastrar un remolque, ya que no todos los están. Además, tendremos que comprobar que el remolque en cuestión es compatible también con nuestro vehículo. Hay que asegurarse de que lleva una placa con nuestra matrícula y un juego de luces con una conexión eléctrica que permita la visibilidad.
Características de los remolques para coche
Especificaciones técnicas
Los remolques para coches ligeros tienen como masa máxima autorizada o MMA el límite de 750 kg. No es necesario permiso de circulación ni tampoco matrícula propia o seguro. Basta con disponer del permiso de tipo B y que nuestro coche pueda hacer de vehículo de arrastre.
Los remolques para coches no ligeros superan los 750 kg. Requieren permiso de circulación y seguro propios, matrícula específica (letra R en fondo rojo) y placa del vehículo de arrastre. Si el conjunto no supera los 4.250 kg, necesitaremos en permiso B con la autorización B-96. De superar dicho peso, se necesita el permiso B+E.
Qué tener en cuenta al comprar un remolque para coches
Al comprar un remolque debemos verificar de qué tipo se trata, ya que si es no ligero no podremos circular con él salvo que contemos con los permisos correspondientes. Además, hay que asegurarse de que es compatible con nuestro coche y de que este podrá con la carga.
Ventajas de comprar un remolque para coche
Si tenemos que realizar desplazamientos con frecuencia y llevamos carga, un remolque para coches nos permite viajar con mayor comodidad y aumentar la cantidad de peso que podemos transportar. También resulta muy útil para transportar objetos más voluminosos que no caben dentro de nuestro coche.