Un portabicicletas de bola es un tipo de portabicicletas caracterizado por engancharse a un vehículo, sobre todo a un coche o a una furgoneta de tamaño pequeño, con el que se pueden transportar generalmente de una a cuatro bicicletas. Para poder conectarlo, el vehículo debe tener instalado un elemento en la parte inferior de su trasera un elemento de enganche, al que se conoce como bola. De ahí su nombre.

Tipos de portabicicletas de bola
A pesar de ser en sí mismo un tipo de portabicicletas, el de bola -que generalmente incluye un mecanismo para apartarlo del portón trasero del coche, sobre el que suele colocarse- se puede clasificar además en otras dos categorías:

• Portabicicletas de bola suspendidos: se enganchan a la bola que sobresale bajo el portón trasero del coche, y cuentan con unos enganches a los que se fijan las bicicletas. Esto es, las bicicletas enganchadas quedan suspendidas y sujetas por su parte superior, de ahí su nombre.
• Portabicicletas de bola de plataforma de remolque: este tipo también se engancha al saliente que hay en la parte inferior trasera del vehículo. Pero las bicicletas, en vez de colocarse enganchadas al portabicicletas por su parte superior, se sujetan a una plataforma que va en la parte inferior del dispositivo. Con él, las bicicletas se fijan por sus ruedas y no quedan colgando.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar un portabicicletas de bola de segunda mano

Cualquiera de los dos tipos de portabicicletas de bola deben contar con un mecanismo de sujeción al vehículo que permite la fijación del portabicicletas al coche de manera firme. Lo mismo debe suceder con cada uno de los fijadores de las bicicletas. Hay que revisar que funcionan perfectamente, o puede que alguna bicicleta se suelte durante el viaje y provoque un problema.

También es aconsejable que cuenten con elementos reflectantes para facilitar que los conductores puedan ver el portabicicletas y su carga en entornos de iluminación baja o por la noche. Revisa también sus barras para comprobar que están en buen estado y no presentan signos de deterioro. Por descontado, hay que comprobar que es compatible con el vehículo al que se quiere enganchar, y que cuenta con el mecanismo de enganche adecuado para sujetarlo.