Los libros de texto son los libros que se utilizan generalmente como base en los distintos niveles educativos, tanto en educación básica como en niveles superiores o universitarios, para aprender y estudiar las materias propias de cada nivel. Pero no solo eso: los libros de texto se utilizan también como material de apoyo a las explicaciones de los profesores.

 

Los libros de texto utilizan distintos tipos de materiales, pero en general se basan en explicaciones escritas de temas concretos, con apoyo de material gráfico: imágenes, esquemas, gráficas, infografías, etc. Cada libro suele, generalmente, contener todo el saber de una asignatura que se debe impartir durante un curso. Habitualmente también contienen ejercicios sobre los textos.

 

Libros de texto: cuándo aparecieron
Para que los libros de texto impresos, tal como los conocemos en la actualidad, llegasen a ver la luz, era necesario que se inventase antes la imprenta, que llegó de la mano de Gutenberg. Pero los manuales en los que se explicaban los conceptos desarrollados en un curso académico fabricados en serie todavía tardarían en llegar. De hecho hasta el siglo XX no se popularizaron en las aulas de todos los niveles. En los inferiores, los libros de texto, al menos en España, contenían las enseñanzas de varias asignaturas. En muchos casos se denominaban enciclopedias.

 

Su contenido estaba vigente durante varios años, por lo que heredarlos entre hermanos era frecuente. Con el tiempo, los libros de texto se dividieron. Pasaron a ser uno para cada asignatura, y su contenido cambiaba, aunque ligeramente, prácticamente cada año. Como consecuencia, heredarlos se hacía bastante más complicado.

 

En la actualidad hay una gran polémica porque debido a su generalmente elevado precio, para muchas familias su compra supone un gasto muy elevado. Esto ha puesto en marcha un rico mercado de venta de libros de texto de segunda mano, al que muchos padres y alumnos acuden cada curso para que la vuelta al colegio no sea tan costosa.

 

Qué tener en cuenta al comprar libros de texto usados
En primer lugar hay que comprobar el estado del libro: que las pastas estén en buenas condiciones y que no tenga hojas arrancadas ni esté subrayado a bolígrafo. Si es posible, tampoco a lápiz. También es importante comprobar que los ejercicios que proponga no estén resueltos en el propio libro.

 

En otro orden de cosas, es necesario comprobar que la edición del libro es la que soliciten los colegios, institutos y otros centros de enseñanza. Y si es un texto que trata contenidos específicos sobre una comunidad autónoma, que los contenga.