Una hormigonera es una máquina que se utiliza para fabricar hormigón a partir de sus componentes. Se encarga de mezclarlos todas, y su función es reemplazar el proceso de amasado que se llevaba a cabo cuando no existía este tipo de máquinas. Su mecanismo básico de funcionamiento es muy básico: se trata de un recipiente de gran tamaño en el que se vierten el cemento, los áridos y el agua que se usan para hacer hormigón y dejar que este recipiente gire y vaya mezclándolos todos.
Este procedimiento se encarga pues de reemplazar una tarea que antiguamente era manual, y por la naturaleza de los componentes mezclados, bastante pesada. Además, con su introducción en el mundo de la construcción se consiguió acelerar bastante el trabajo. En la actualidad hay varios tipos de hormigonera, tanto en función de su formato como de su motor.
Así, las hormigoneras fijas se suelen situar en un punto en el que se va a realizar una obra de gran envergadura. También en un punto en el que se fabrique hormigón para después llevarlo a otras obras. Normalmente son de tipo industrial. Las más frecuentes, y que se pueden ver habitualmente en obras y almacenes de la construcción son las móviles. Son de menor tamaño, tienen ruedas y se encuentran donde hay una obra en la que se está fabricando hormigón. Se las conoce también como hormigoneras y bajo el chasis con la cuba donde se cargan los materiales hay una estructura con ruedas para desplazarla. Eso sí, no permiten hacer grandes cantidades de hormigón porque la cuba suele ser pequeña.
En obras de gran tamaño pero sin hormigoneras fijas se suelen utilizar otras de mayor tamaño que las móviles. Son las automáticas (motor eléctrico) o industriales (motor de gasoil). Cuentan con una cuba y unas prestaciones que hacen posible que puedan fabricar gran cantidad de hormigón. También tienen un depósito de agua para alimentar la cuba y una cuba de carga para facilitar la entrada de materiales en la principal.
También las hay remolcables, que son las que se pueden desplazar enganchándolas a un vehículo. Para ello cuentan con un enganche. Pueden tener dos o cuatro ruedas, en función de su envergadura.
En función de su motor, una hormigonera puede ser eléctrica, diésel (funcionan con gasoil y son de gran tamaño), gasolina, agrícola (sin motor, se acoplan a un tractor) e industriales, caracterizadas por tener una cuba de más de 500 litros de capacidad.
Qué tener en cuenta al comprar una hormigonera de segunda mano