Nintendo 3DS XL de segunda mano

La Nintendo 3DS XL es una videoconsola portátil que fue lanzada en 2011 a partir de la Nintendo DS, ya que es una de las revisiones posteriores. Este modelo en concreto es una variación de la Nintendo 3DS con un tamaño mayor, de ahí su nombre.

Diferencias entre la Nintendo 3DS XL y el modelo anterior
La característica más destacada de la Nintendo 3DS XL es el tamaño de la pantalla, lo que permite una mejor visualización de los juegos, en especial los 3D, pero siempre manteniendo una buena proporción de la imagen. A pesar de que sus dimensiones son mayores, no repercute de forma negativa en la batería, que también presenta una autonomía superior a la Nintendo 3DS. No obstante, todo dependerá del juego y la potencia que requiera.

Si lo que se busca es un modelo que pueda transportarse con facilidad, la versión anterior sale ganando, ya que además de más pequeña, su peso es menor. Y para quienes opten por una versión de estas más avanzada, Microsoft lanzó al mercado la New Nintendo 3DS y la New Nintendo 3DS XL.

Las ventajas que ofrecen estos modelos son la inclusión de un joystick analógico que se añade a la cruceta, los gatillos ZR y ZL y los botones L y R. Gracias a ellos se facilita la combinación de botones. Por otra parte, la estabilización de los efectos 3D mejoran con el eye-tracking de la cámara frontal.

Como último dato, las versiones nuevas traen también la tecnología NFC, que no está presente en la Nintendo 3DS ni en la Nintendo 3DS XL. Mediante esta se añaden elementos como bonificaciones, personajes y objetos, entre otros, al colocar sobre la consola los amibos, que pueden ser tarjetas o figuras.

Consejos para comprar una Nintendo 3DS XL de segunda mano
Si tenemos pensado comprar una Nintendo 3DS XL de segunda mano habrá que prestar especial atención a la pantalla. El uso normal hace que con el tiempo la pantalla puede rayarse levemente, pero el exceso, así como las zonas oscuras o los problemas de intensidad de la luz son motivo para rechazar el producto. Asimismo, la pantalla táctil no debe presentar fallos.

Además del aspecto externo, es imprescindible encenderla para comprobar que funciona y que el sistema se carga correctamente. Los botones deben funcionar y no estar desgastados; hay que probarlos todos, así como el regulador de 3D, la apertura y cierre de la pantalla y el lápiz.

En cuanto al cargador y la batería, podemos observar cómo funcionan tras jugar a varios juegos. Además de comprobar que la consola no presenta fallos, observaremos el descenso de la batería y podremos recargarla. También hay que comprobar el lector de la tarjeta y la cámara.